La semana pasada estuve engripado y me dio tiempo para pensar y jugar videojuegos. Lo que me llevó a recordar a cuando era chico, me enfermaba y me tenía que quedar en casa. Por esa época yo tenía la Play Station One y había dos juegos que me fascinaban. Uno era el Winning Eleven y el otro era el Mortal Kombat. ¡Ay! ¡Que hermosas épocas! En ese momento pasaba mucho tiempo con mi primo, como vivía enfrente de mi casa nos la pasabamos jugando a la Play, siempre y cuando uno de los dos no esté enfermo. En el Winni yo era muuuuuy groso pero tengo que admitir que en el Mortal me tenía de hijo. Me daba bronca porque no le podía ganar de ninguna manera y mi primo siempre hacía trucos re zarpados para matar a mi personaje. Lo que más bronca me daba era que cuando le preguntaba cómo había hecho el truco me contestaba. "Ah no sé, toqué todo los botones" Si, claro ¡Como no! La realidad es que mi primo sabía muy bien lo que hacía y los botones que tocaba. Realmente juga